DATOS:
Nombre: P'kya'uha (francotirador).
Sexo: Mujer.
Detalle físico: De estatura bajita (tan sólo 2 metros justos) y complexión muchísimo más delgada y menos robusta que el resto de su raza. Adopta siempre posturas de guardia y nunca permanece quieto más de 2 segundos a no ser que espere una presa, por lo que da una apariencia hiperactiva. Su andar es irregular y extremadamente ecléctico, haciendo irreconocibles sus huellas y el sonido de sus pisadas completamente arrítmico y camuflándolo con el entorno (pareciendo deslizamientos de arena, plantas mecidas al viento, etc). A parte de eso, su rasgo más característico es su expresión facial; siempre mirando fijamente a todos lados, con una mirada penetrante que pareciera sondear los secretos más profundos de tu alma descifrando todos tus pensamientos, y una sensación de que su sentido del oido está permanentemente en alerta, haciendo que cualquiera que esté cerca de ella se sienta incómodo.
Clan: Kv'var-de.
Personalidad: Debido a su complexión débil fue discriminada durante mucho tiempo, así que es de personalidad zafia y mezquina. No le gusta ayudar a nadie, y prefiere trabajar en solitario. Adopta las cacerías como partidas de ajedrez, en las que se mueve ocultándose de su objetivo y tratando de darle caza sin llegar siquiera a ser vista, ya que probablemente en un mano a mano tendría todas las de perder. Su peculiar aspecto no le ayuda a integrarse socialmente, y unido a su obvio pasado por su complexión, dejan una visible marca de desprecio y recelo al mismo tiempo hacia el resto de su raza. Su única aspiración es aprovechar sus dotes sigilosas para convertirse en un buen cazador, practicamente invisible e indetectable, y que todos la reconozcan como uno de los grandes, y reconozcan así el gran error que cometieron al juzgarla antes de comprobar sus verdaderas aptitudes.
Historia: Una jóven flaca en una cultura primitiva con una ley de cacería nunca triunfa. Entrenamientos con espadas que no usará nunca bien, pesadas lanzas y armaduras que apenas le dejan levantarse, ¿qué pretendían? sin embargo, por suerte, esta sociedad patriarca deja la tarea de la instrucción de combate a las madres, que son más inteligentes y ágiles, pudiendo descubrir los puntos fuertes de un ser débil con mayor facilidad.
Poco a poco los entrenamientos fueron cambiando radicalmente, y empecé a evadir las confrontaciones directas, optando por tácticas sigilosas y batallas de ingenio. Aprendí de una de las razas que teníamos bajo tutela, los humanos, que poseían las cuatro colonias Odiseey IV, Nueva Deli, New Dallas y Lv 421, los humanos. Comencé a estudiarlos y mi madre, tutora de mi entrenamiento de combate, empezó a enseñarme varias de sus tácticas militares. Colocar cebos, trampas, jugar con ingenio, y combatir como una francotiradora. Las cosas cambiaron. Empecé a tener más éxito en los entrenamientos y los machos empezaron a estar recelosos, concentrando sus esfuerzos en vencerme a mí, y lo cierto es que cuando me daban caza no tenía nada que hacer, pues era débil de constitución, pero ellos, obstinados en su fuerza y orgullo, el cual una vez nos llevó a la perdición, irónicamente repetían nuestro ancestral error intentando ganar por la fuerza bruta para aumentar su ego personal, y siempre, SIEMPRE, caían en alguna de las trampas que había preparado, o simplemente no estaban lo suficientemente preparados para un combate a distancia.
Las relaciones personales con el resto del clan no eran buenas, y notaba sus miradas clavadas en mi nuca constantemente al pasar. No me consideraban digna, no estaba bien visto que una hembra cazara, o al menos quisiera ser cazadora, y ya era el colmo que encima fuera como yo, pero lo peor de todo, y lo que no podían tragar es que encima no pudieran conmigo. Poco a poco, los Jeitha, el "cónclave", al cumplir los 17 años, decidió que me había ganado el derecho a ser iniciada en la tradición de la cacería, como un hecho extraordinario, y solo como curiosidad por mis "extrañas" artes de combate, así que a pesar de la opinión popular, pasé de ser una Yin'Mukyha a una Mukyha, guerrera en todos los honores y a todos los efectos. Ahora solo faltaba demostrar que realmente valía, y que todo lo que decían y me habían machacado iba a ser un amargo trago para ellos. Estaba ansiosa por salir ya a la cacería...
STATS:
1.- Combate: 1 (-1 por ser hembra)= 0.
2.- Agilidad: 5 (+1 por ser hembra)= 6.
3.- Destreza: 4.
4.- Inteligencia: 2.
Atributos especiales:
5.- Defensa: 0.
6.- Vitalidad: 18.